AUTONOMÍA VS.
INDIVIDUALISMO
El niño es una interacción entre la herencia y
el ambiente. El ambiente inmediato es el hogar que va a cumplir la misión de
desarrollar las potencialidades heredadas que son múltiples y que a través de
redes sinápticas hacen que un niño sea cada vez más inteligente. El niño tiene
una asombrosa individualidad, en sus primeros años es egocéntrico, el dice “yo
quiero”, para que la individualidad no se convierta en individualismo es
necesario educar y fortalecer la inteligencia emocional.
El individualismo hace que el niño sea
receloso, prepotente, es decir es una deformación de la individualidad, por lo
tanto un defecto que los padres deben eliminar. Un niño individualista se cree
el centro de la atención y va a ser incapaz de integrarse a un grupo, entorpece
la creación, hace que el niño sea prepotente, que trate siempre de sobresalir
aún haciendo una rabieta.
El individualismo está vinculado al orgullo y
al egoísmo que son antivalores, en cambio la individualidad favorece la eficiencia,
porque el niño actualiza sus potencialidades, maximiza sus logros en la familia
y en la educación. Es necesario que un niño sea singular, pero vivencie valores
y aprenda a compartir.
APRENDIENDO NORMAS
Hay que diferenciar la libertad con el
libertinaje. La libertad es la acción progresiva de hacerse responsable de sus
actos. Padres y educadores pueden creer que la disciplina, la aceptación de
normas es opuesta a la libertad. Toda educación en el hogar y en el colegio
debe aspirar a educar para ser lo que es y la de educarlo para ser lo que no
es, es decir que aprenda y vivencie normas y valores familiares, así podrá
desarrollar sus potencialidades y lograr la libertad de ser persona y no ser oposición
a una norma. Es necesario que los padres modelen a sus hijos para hacer de él
un adulto pleno y triunfador, pero también disciplinado, capaz de asumir la
responsabilidad de sus actos. La disciplina no debe ser impositiva, si el niño
rompe una norma, el diálogo entre los padres y él es lo mejor, ¿Por qué lo
hiciste? ¿Cómo te sientes? ¿Cómo debiste hacerlo? ¿Cuál de las dos opciones es
la mejor?. Este diálogo impide las normas autoritarias de la familia, evita el
peligro que tiene el niño de defenderse por no controlar sus impulsos
naturales. La disciplina incluye ciertas restricciones que son necesarias en la
educación si se las considera medios para el logro de fines superiores.
LOS PRINCIPIOS DE LA
DISCIPLINA
Se pueden considerar como principios de la
disciplina los siguientes:
1. No dar órdenes en exceso ni caer en
la falta de ellas. Las órdenes deben darse como si fueran sugerencias de
utilidad para el niño.
2. No haga un control exagerado, porque
el desarrollo infantil debe ser dirigido, no ahogado con exceso de control que
crea un comportamiento automático y evita la reflexión sobre las acciones.
3. Pedir es mejor que ordenar. Si la
orden se le da al niño como un pedido que va a alegrar a los padres,
comprenderá que debe cumplirlas por el afecto que siente por los padres.
4. Estimule la confianza y el sentido
del honor, los niños deben sentir que los padres confían en ellos y ellos en
sus padres.
5. Logre obediencia por elección, no
por obligación. Si los padres obligan a la obediencia, llegará un momento que
el hijo desconozca su autoridad. La obediencia se conquista.
6. Respete la voluntad del niño, es
necesario que la voluntad del niño el “querer hacer” sea cultivada y no
anulada, por lo tanto la voluntad hay que guiarla y fortalecerla, para evitar
un hijo débil de carácter.
7. No exagere las reglas de disciplina.
Progresivamente escriba una regla por mes en el lugar donde más está el niño.
Por ejemplo “En este hogar se comparte”, En este hogar se comparte el amor” y
otras.
8. De un ejemplo de disciplina y de
valores, no exija lo que los padres no hacen, no se puede decir a un niño que
sea ordenado si sus padres son desordenados.
9. Presente un frente único, que la
pareja no se contradiga, que esté de acuerdo padre y madre para unificar los
criterios de disciplina. Así se evita que el niño compare al padre con la madre
y asocie la restricción (indisciplina) con la falta de cariño.
10. Cumpla lo que promete, tanto en
recompensas como en castigos y esté de acuerdo con la pareja.
11. No castigue para desahogar su mal
genio. El castigo hay que evitarlo, la conversación, el diálogo hay que
enfatizarlo.
12. Tenga criterio uniforme, cuando no
hay conformidad en criterio el niño se confunde y asocia la exigencia con el
mal genio del padre o de la madre.
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