miércoles, 7 de abril de 2010

12.- LA DIRECCIÓN DEL APRENDIZAJE EN LA ASIGNATURA DE COMUNICACIÓN (Derechos de Autor Reservados, puede citarse mencionando la fuente)

El lenguaje es una función básica del hombre por el rol comunicativo que cumple. El lenguaje, enriquece la vida personal del hablante, porque constituye un instrumento de fijación conceptual y de recuerdo que estimula la vida mental.

El lenguaje surge de la convivencia social que acepta signos convencionales uniformes. Así se constituye la “lengua” como concreción social del lenguaje y el “habla” como acto individual de la palabra.

La lengua materna se aprende por el uso. La madre transmite, al recién nacido, los signos que emplean los integrantes de su comunidad. El primer aprendizaje que logra el niño es vincular determinados objetos con palabras. La captación de las formas verbales significativas las hace el niño sintéticamente, sólo después analiza y distingue los elementos que conforman las palabras (sílabas y letras). Inicia su actividad comunicativa como oyente, entendiendo al que habla, después se convierte en hablante. Sus primeras manifestaciones son nominales, poco a poco, va ligando palabras entre sí y adoptando formas verbales conjugativas hasta llegar a oraciones y proposiciones. De las formas verbales orales pasa a las escritas.

Cuando el niño domina – por el uso – la lengua materna en sus habilidades de escuchar, hablar, leer y escribir, podrá iniciarse cautelosamente, en los años superiores de estudio, en el aprendizaje gramatical como reflexión sobre la lengua enfatizando la sintaxis y la expresión oral y la entonación de la frase.

El maestro deberá tener sumo cuidado de no caer en el “gramaticalismo” que minimiza las exigencias de la comunicación, la flexibilidad, dinamismo y colorido de la expresión lingüística. El lenguaje no debe confundirse con la Gramática. El lenguaje es una actividad expresiva que permite la relación con el grupo a través de signos convencionales, mientras que la gramática es la sistemática de la lengua, tanto en la emisión de sonidos como en las formas y variaciones de las palabras y su articulación en estructuras más complejas como la oración y la proposición.

El lenguaje, no se limita a los formalismos gramaticales, sino al dominio de las habilidades expresivas tanto orales como escritas.

Es peligroso que el maestro, en los primeros años de escolaridad y aún en todo el nivel primario, sustituya la riqueza de la expresión por una morfología designativa – como “niño” es nombre, “cantar” es verbo – con desconocimiento de la función de las palabras en el contexto oracional. En el nivel secundario, la iniciación gramatical, debe enfocarse, no con criterio designativo, sino con un criterio reflexivo que exige operaciones mentales y mayor maduración intelectual. No es lo mismo aprender a ver que aprender cómo funciona el ojo, así como no es lo mismo aprender a hablar que aprender conceptos y clasificaciones gramaticales.

El maestro debe enfocar su quehacer en el aula con un criterio lingüístico y técnico orientado al aprendizaje de las habilidades comunicativas.

El criterio didáctico está referido más a la enseñanza, su propia etimología “didasco” – “enseño”, se orienta hacia la acción de enseñar siendo en realidad, como lo señala Dewey, el aprendizaje lo fundamental en la interacción docente - alumno.

El aprendizaje de habilidades lingüísticas es fundamental porque

El manejo de las habilidades comunicativas es instrumento para adquirir los conocimientos, habilidades y destrezas de las demás asignaturas, porque sólo el idioma pone en acción el pensamiento relacional y permite traducir en oraciones y frases los pensamientos y sentimientos que emanan de la intimidad personal.

Las comunicaciones a través de escuchar, hablar, leer y escribir permitirá logar las competencias básicas de la escolaridad.

La vinculación entre lenguaje y pensamiento es obvia, se aprende a pensar, aprendiendo a hablar. Por la lengua o idioma se descubre, analiza, precisa, afirma y exterioriza el pensamiento.

La lengua es el camino hacia la cultura y el instrumento para la configuración de la personalidad. Todo esfuerzo que realiza el docente para mejorar el nivel comunicativo de los alumnos estará instrumentado al niño y al adolescente para futuros y mejores aprendizajes, porque ninguna asignatura, como la de lenguaje, provee al alumno las competencias básicas en capacidades, habilidades, destrezas y actitudes, por el alto valor formativo que tiene la comunicación. Así mismo en la conducción del aprendizaje de la asignatura de comunicación, el estudiante construye sus competencias, según el nivel de su desarrollo, logra significación en su expresión oral, escrita y en la lectura, asimila mensajes y los acomoda a situaciones interiores y exteriores.

El contenido objetivo (lo que se habla), del proceso psicofísico de la comunicación. El contenido objetivo de la lengua es el estudio sistemático de los signos de la comunicación y el modo como se articulan en ella,

La actividad comunicativa, es subjetiva porque el hombre usa la lengua en forma instrumental para determinados fines.

El complejo proceso del aprendizaje y sus leyes se sustenta en la psicología que regula e influye en el aprendizaje de la Lengua. La tecnología apunta a una mayor eficacia en la formación de los hábitos lingüísticos a través de métodos que contribuirán a regular y perfeccionar la comunicación
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