viernes, 30 de abril de 2010

17.- LA CORRIENTE DE DESARROLLO Y EL APRENDIZAJE (Derechos de Autor Reservados, puede citarse mencionando la fuente)

La corriente del desarrollo, estudia las tareas que cumple el ser humano, desde el momento de la concepción hasta alcanzar la madurez. Es importante que el maestro conozca y comprenda el desarrollo de los alumnos, porque la reacción de estos a las situaciones de aprendizaje que se presentan en el aula, depende mucho de sus características personales.

Existe una acción recíproca entre la naturaleza biológica y las experiencias de aprendizaje. En un ambiente determinado, hay correspondencia entre el cuerpo (naturaleza biológica) y lo que hacemos con el cuerpo (experiencia). El cuerpo trabaja por adquirir la madurez física y ésta repercute en la experiencia. Muchos patrones de conducta salen a la luz por maduración, sin la intervención de la práctica y de la experiencia, aunque una práctica posterior convierte el patrón de conducta en destreza como programa de movimientos organizados y coherentes que exige la ejecución de una tarea. La falta de madurez física produce una coordinación neuromuscular defectuosa que dificulta la práctica y el logro de la competencia.


No debe pasarse por alto la forma como el estado biológico del alumno (hambre, sueño, enfermedad, cansancio) influye en las experiencias de aprendizaje. No estarán en la misma situación un alumno o alumna cuyo estado biológico sea satisfactorio con otros que están enfermos o hambrientos.

PRINCIPIOS DEL DESARROLLO

El desarrollo humano se basa en cuatro principios:

Todos los aspectos del desarrollo se relacionan. Cuando el desarrollo físico de un ser humano se interrumpe hay repercusión en todos los demás aspectos, el desarrollo es sistémico, limitando los progresos de la persona para ajustarse al medio.

La madurez física ayuda a la experiencia. Muchos patrones de conducta, como manejar las manos, caminar, saltar, surgen por madurez y se ejercitan por práctica, lo que demuestra que la madurez física prepara para las experiencias que producen el aprendizaje. Cuando se exige aprendizajes a niños cuya madurez no se ha manifestado se le está haciendo más mal que bien.

Las experiencias son acumulativas. El alumno aprende a través de experiencias que producen en él cambios de conducta.

Las experiencias del aprendiz son efectivas o útiles y tentativas o de ensayo y error. El alumno acumula las experiencias efectivas y las transfiere a situaciones nuevas que se le presentan en el futuro.

Ciertas etapas de la vida son periodos sensitivos y preparan para actividades futuras. Es importante para el alumno y alumna, las primeras experiencias que gana, porque constituyen la base para aprendizajes futuros. Las primeras experiencias son los cimientos para el aprendizaje. La etapa sensitiva de los niños es del primero al cuarto año de vida. Las competencias sociales y emocionales se logran de 6 a 12 años, edad que corresponde al nivel primario. En este nivel, también se adquiere patrones operacionales con base intuitiva, es decir que aprende a usar la mente para poder llegar a la operación formal. Si un alumno en esta etapa formativa, no es convenientemente orientado y preparado, su aprendizaje posterior estará disminuido y no aprovechará toda la capacidad reflexiva y el juicio crítico que posee.

DE NIÑO A ANCIANO TODA UNA VIDA

VISITE NUESTRA PÁGINA WEB: CALIDAD EDUCATIVA

No hay comentarios:

Publicar un comentario