jueves, 24 de junio de 2010

30.-RECOMENDACIONES PARA EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA (Derechos de Autor Reservados, puede citarse mencionando la fuente)



De todas las capacidades que se desarrollan en la escuela, una de las más importantes es la HABILIDAD LINGUÍSTICA DE LEER, porque ella promueve nuevas formas de vida psíquica, transforma una función mecánica en un acto comprensivo, estimula en los alumnos el deseo de leer, capacitándolos para enfrentarse al libro y  explorar el mundo en sus páginas. Pedro Enriquez Uroña dice: “El hábito y el amor por la lectura forman la mejor llave que podemos entregar al niño, para abrirle el mundo de la cultura universal”.

La dirección del aprendizaje para desarrollar esta capacidad ofrece dificultades, porque en el proceso de su aprendizaje, reaccionan los centros visuales, auditivos y motores y se asocian al significado de las palabras en el contexto, poniéndose en juego actividades psíquicas y fisiológicas, por esta razón deberán los maestros tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

La distinción que se hace entre lectura corriente, lectura expresiva y lectura intelectual o comprensiva, debe rechazarse por convencional, porque toda lectura debe implicar siempre comprensión de lo leído, no puede separarse el significado del significante, el fondo de la forma. Violeta Bregazzi anota: “Nadie puede leer con claridad lo que no entiende, la lectura desde un comienzo, tiene que ser comprensiva”.

En los años inferiores de la escuela primaria (1º y 2º) el maestro debe preocuparse porque el alumno lea con claridad, evitando el titubeo y el silabeo, pero enfatizando la comprensión lectora.

Cuando se comprende el significado, se tratará de dar a la voz las modulaciones necesarias para resaltar ciertas ideas y la lectura se hará expresiva.

En la lectura en voz alta debe cuidarse la pronunciación, evitar los tonos muy agudos o muy graves, evitar la afectación y dar a la voz una modulación agradable, para esto los maestros deben tener en cuenta la entonación o línea de altura musical que la voz humana describe.

La razón de que los grupos fónicos terminen en inflexión ascendente o descendente, está íntimamente ligada al fenómeno de la atención, al bajar la voz, la atención decrece o descansa porque se supone que el pensamiento es completo (caso de las oraciones afirmativas y de las pausas de puntos y punto y coma) en cambio si la voz asciende, la atención permanece, tensa esperando a una respuesta o que el pensamiento continúe expresándose (caso de las interrogaciones y pausas de coma).

La importancia de los signos de puntuación estriba en que evitan el cansancio y dan al lector sentido y oportunidades para producir respiración tranquila y no angustiada. El maestro debe tener en cuenta que existen tres tipos de pausas:

Pausa menor, señalada por la coma y graficada por una línea oblicua. /

Pausa media, señalada por el punto y coma y graficada por dos líneas oblicuas. //

Pausa mayor, señalada por el punto, dos puntos, puntos suspensivos y graficada por tres líneas oblicuas. ///

Graficando en este ejemplo las pausas y la entonación marcada por ellas se tendría como sigue:
Platero es pequeño,/peludo,/suave;//tan blando por fuera,/que se diría todo de algodón,/que no lleva huesos.///

Hay muchas palabras que en la lectura no deben separarse por ejemplo el artículo del nombre, el verbo del pronombre, la preposición del complemento porque constituyen grupos de intensidad ya que los enlaces juntan a las palabras con significado.

Para que la lectura se convierta en habilidad necesita mucho ejercicio, deben por lo tanto repetirse una oración o un párrafo tantas veces como sea necesario para la correcta pronunciación de los vocablos y la correcta entonación, sólo así se evitarán malos hábitos de lectura.

Es necesario que el maestro cuide que los ojos no se detengan en cada palabra, que no corra  a lo largo del renglón, sino que se muevan a saltos para poder captar la forma gráfica de la palabra.

Leer no es repetir, es descifrar por lo que la lectura, debe ser individual, preferentemente en los primeros grados.

Las clases de lectura deben motivarse para  vincular las experiencias del alumno con el contenido de la lectura.

Toda clase de lectura debe tratar de desarrollar conceptos y tener objetivos precisos y definidos.

Se debe siempre asociar la lectura con la escritura, para vincular la memoria visual con la motriz (Leifn Rustin).

En toda clase de lectura debe enseñarse vocabulario, pero no deben explicarse los vocablos como palabras aisladas, porque una misma palabra puede tener varios sentidos (polisemia) deben por lo tanto explicarse dentro del contexto oracional.

La lectura que hace el maestro como modelo, sólo es aconsejable en los grados inferiores, en los otros años, debe el alumno descifrar el contenido de la lectura, la actuación del maestro debe ser para corregir defectos.

Cuando un alumno lee, el resto de la clase debe escuchar, no seguir la lectura en sus libros, recordemos que la lectura visual es más rápida que la lectura articulada, lo que obliga al alumno a hacer movimientos regresivos de los ojos para poder seguir la lectura, estos movimientos deben evitarse si se quiere adquirir buenos hábitos de la lectura.

Siempre se debe “hablar sobre lo leído” (Blecua), en el nivel inferior se hablará sobre el uso de los objetos, en los grados medios y superiores el alumno emitirá juicios sobre los personajes, hablará de los motivos de las acciones (lectura inferencial), de las consecuencias de ellas, de la enseñanza o mensaje que tiene la lectura.

Deberá acostumbrarse al alumno al resumir la lectura en unas pocas oraciones.

Toda clase de lectura deberá despertar la afición por leer.

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