domingo, 6 de junio de 2010

25.- ROL DE LOS PADRES Y LOS EDUCADORES EN EL CAMPO DE LA NEUROCIENCIA. (Derechos de Autor Reservados, puede citarse mencionando la fuente)

Aplicar los nuevos avances de la neurociencia, en el hogar y la escuela, debe ser la meta de la innovación educativa. Padres y maestros deben tener el compromiso de ampliar la capacidad intelectual de sus hijos y alumnos. Es necesario un mejor acceso al conocimiento, no escuchando pasivamente información o prescripciones, sino procesando información, utilizando diferentes canales de percepción para aprender.


Esto es "aprender a aprender", consigna tantas veces repetida pero sin acción concreta de llevarla a la práctica. En el hogar y en la escuela debe haber el compromiso para despertar las potencialidades del cerebro, descubrir las capacidades, desarrollar talentos dentro de la concepción de inteligencias múltiples. El crecimiento intelectual es la semilla para formar seres no solamente sabios o civilizados, sino cultos, considerando la cultura como un cultivo interior espiritual. El hombre nunca antes se civilizó con tanta facilidad, pero también, en esta época, se cultiva con mayor dificultad, porque está perdiendo los valores.


Es una pena que con el gran avance de los TICs (Técnicas de Información y Comunicación) el hombre se sienta solo, deprimido, despersonalizado. Desgraciadamente no se vislumbra en medio de tanta tecnología un derrotero humanista. Las posibilidades del cerebro son inmensas, posee entre 10 000 millones a 30 000 millones de células nerviosas o neuronas las que pueden realizar 100 billones de conexiones sinápticas que equivalen a la información de 20 millones de libros de 500 páginas, es decir la suma de todos los textos contenidos en las bibliotecas del planeta tierra. La red sináptica es 100 veces más compleja que la red telefónica mundial. La coordinación entre los dos hemisferios cerebrales (derecho e izquierdo), es mayor a 4 000 megahertz por segundo. La computadora más moderna y sofisticada se aproxima a 2 000 Mhz. La velocidad con que el cerebro procesa la información fluctúa entre 1 a 10 millones de bits (unidad de información) por segundo que equivale a 300 páginas de un libro.

El cerebro humano, con estos datos es la más complicada y misteriosa obra de la creación. Los niños y jóvenes tienen el derecho de ser cada vez más inteligentes y los padres y maestros el deber de estimular las operaciones mentales de pensamiento dentro de un ambiente afectivo y una concepción humanista.

La civilización exige que la sociedad tenga técnicos, pero no deshumanizados. La supervivencia del hombre no necesita robots, sino personas desarrolladas en todo su potencial de pensamiento, de afectividad, de voluntad, para ser cada día mejor, integrarse a equipos de trabajo sin egoísmo, ser mejores personas, tratando de ser hoy mejor que ayer.

El hombre no es un producto terminado, se perfecciona hasta poder tener un encuentro amoroso con su Creador. Recordemos la hermosa parábola de los talentos (Mateo 25. 14 - 30).

Es necesario ayudar a los niños, niñas, alumnos y alumnas para autodescubrir sus talentos, su inteligencia, (el descubrimiento del "Yo" llamado por los psicólogos) que encierra una genialidad potencial, así podrá desarrollar una personalidad sana, madura y sin frustraciones.

Los alumnos, son la materia prima del trabajo docente, es urgente conocerlos, apoyarlos, curar egos maltratados y rodillas lastimadas. Pero el docente, debe antes, encontrar el significado de su propia vida, ser abierto al cambio, innovar, ser flexible, orientar y amar a sus discípulos. No habrá calidad en la educación si no hay calidad humana del docente.

"Mirando a "F" me alegro de no haberlo torturado, de haberle dado un espacio para sentirse exitoso, que aunque no hubiese sido bieno en álgebra ni en gramática haya podido construir, en la escuela, una buena imagen de sí mismo". Son las sabias palabras del maestro peruano Constantino Carballo Rey en su "Diario Educar Tribulaciones de un maestro desarmado".

Cuán cierto este pensamiento, los maestros debemos preguntarnos ?Cómo se puede llegar a conocer al alumno, si el docente es una manifestación de frustraciones, temores y miedos...? Que cada docente dé la respuesta.

El perfil de una personalidad sana y madura puede ser el siguiente:


El personaje al que se refiere Carballo es, sin lugar a dudas, una personalidad sana.

El criterio economicista que se vive actualmente, el prestigio vinculado al tener dinero, bloquean el logro de personalidades sanas. Lo importante es el ser personal, el participar en grupos, interactuando con ellos, el hacer lo que tiene significado en su vida y como añadidura el tener para satisfacer sus necesidades básicas.


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