lunes, 6 de septiembre de 2010

39.- EL PLANEAMIENTO EN EL APRENDIZAJE

Para que la conducta pueda alcanzar la meta es verdaderamente importante tener en cuenta la preparación o planeamiento en el aprendizaje. Un planeamiento conveniente supone objetivos y metas precisos hacia los cuales se va a orientar todo el proceso del aprendizaje, alcanzarlos será satisfacer la necesidad de competencia del aprendiz; no alcanzarlos será motivo de frustración y fracaso escolar. Será también vital tener en cuenta al sujeto que va a aprender es decir al aprendiz, considerando en él su nivel de desarrollo, sus intereses como incentivos de aprendizaje, las experiencias acumuladas que van a servirle de puente para incorporar nuevas experiencias, es decir el conocimiento y comprensión de sujeto que aprende. No se puede pasar por alto en una situación de aprendizaje los documentos curriculares nacionales, regionales y de la institución educativa que dan los lineamientos y orientan el proceso del aprender, los métodos, formas, procedimientos y modos que son los instrumentos del aprender y por último las condiciones materiales que rodean el acto del aprender.

LAS METAS Y OBJETIVOS: Toda conducta humana está dirigida por metas y hacia ellas se dirigen los esfuerzos de aprendiz y del maestro. Estas metas tratan de lograr los objetivos y/o logros de la educación. Los objetivos señalan los fines o aspiraciones, las metas el punto concreto hacia donde se dirigen aquellos.

LAS METAS. Son inmediatas y remotas, según se extiendan en el tiempo; las primeras son el resultado de la conducta y se muestran definidas, mientras que las remotas son indefinidas. Los niños de los primeros años de primaria se interesan más por metas inmediatas, porque para ellos éstas metas tienen mayor sentido pudiendo apreciar el resultado de su conducta y satisfacer la necesidad de competencia; es por esto importante que el profesor trate que las experiencias de sus alumnos se refieran y permitan alcanzar las metas en corto tiempo y que estas sean satisfactorias en sí mismas, pero también deberá planear el trabajo para alcanzar metas más distantes.

LOS OBJETIVOS. Pueden dirigirse a la formación de la personalidad teniendo un carácter formativo y se llaman objetivos generales tratándose con ellos de formar hábitos, lograr actitudes convenientes, desarrollar capacidades, orientar la captación de valores y los objetivos específicos son preferentemente instructivos y se refieren a desempeños, habilidades y como todo aprendizaje determinan un cambio de actitud.

CONOCIMIENTO DEL APRENDIZ. Todo planeamiento para una situación de aprendizaje debe partir del conocimiento y comprensión del sujeto que aprende considerando:

a) Los incentivos que tiene para aprender, es decir los estímulos que dirigen su conducta para alcanzar la meta.

b) Las experiencias del alumno, las que determinan la variedad de grados de preparación que tiene para adquirir el aprendizaje; este grado de preparación está formado por las experiencias acumuladas las que constituyen un puente para enlazar lo nuevo con lo ya experimentado, favoreciendo la transferencia. Son fuente de información del trasfondo de experiencias del alumno, su vocabulario, las preguntas que formula, las reacciones que tiene, su extensión de vida.

c) Las experiencias individuales, cada ser humano es un “yo” único y singular diferente a los “ellos”, es importante que el maestro tenga en cuenta las diferencias individuales de los alumnos para poner ante ellos material de diferente grado de dificultad que permita al niño aprender a su propio ritmo, impulsado por su patrón de intereses, de acuerdo a sus capacidades, experiencias previas, madurez y actividad. Si el maestro no tiene en cuenta las diferencias individuales, su planeamiento lo destina al alumno promedio, escapando los alumnos que están bajo o sobre este promedio es decir los niños lentos y los brillantes.

LOS NIÑOS LENTOS: Han sido llamados inapropiadamente, deficientes mentales. Doll distingue la oligofrenia, del aprendizaje lento a la primera la considera como incompetencia social debida a subnormalidad mental de origen innato, mientras que el niño lento puede mejorar si mejora su ambiente y su estimulación.

Los niños lentos son educables, tienen dificultad para aprender al mismo ritmo que los normales, estos niños tienen las siguientes características.
1. Se desenvuelven mejor en tareas no verbales, en experiencias concretas que permiten manipulación.
2. Tienen vocabulario reducido.
3. Su aprendizaje es lento, necesitando ayuda y orientación del docente.
4. Son susceptibles.

La educación de estos niños debe dar más importancia a los ajustes sociales, que a sus logros académicos, debe darles técnicas operacionales de lectura y escritura con material más sencillo, orientarlos hacia los valores sociales, dar importancia a las actividades manuales y al adiestramiento físico, prepararlos para la vida con una educación funcional y una educación secundaria de adiestramiento.

LOS NIÑOS BRILLANTES. Aventajan al promedio en sus habilidades de locomoción, glósicas, de adaptación al grupo, de capacidad vital y salud física y son precoces en la dentición. La educación no sabe aún qué hacer para que estos individuos produzcan y desarrollen todos sus talentos, hay genios que se frustran por no haber encontrado un ambiente propicio para un pleno desarrollo de sus capacidades. Se caracterizan por:

1. Tener mayor cantidad de intereses.
2. Pensar y percibir en forma más profunda.
3. Usar mayor vocabulario.
4. Concentrar mejor su atención.
5. Son imaginativos y creadores.
6. Descubren con mayor facilidad las relaciones de causa y efecto.
7. Son activos e impacientes.

La educación de estos niños debe proporcionarles tareas complementarias con proyectos adicionales, dar importancia a los aprendizajes de idiomas, autodisciplinarlos, darles técnicas de estudio e investigación, darles material de lectura.

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