lunes, 6 de septiembre de 2010

40.- EVALUACION Y VALORACIÓN EN EL APRENDIZAJE


Toda conducta humana consciente de un fin debe ser valorada, es decir evaluada. En términos generales evaluar es valorar los logros en torno a los objetivos. Sabemos que el aprendizaje cumple cuatro tareas:

1.       Determinar los objetivos, es decir los logros deseados en la conducta y personalidad del alumno.
2.      Determinar las experiencias adecuadas para producir estos logros.
3.      Organizar las experiencias de aprendizaje para que puedan transferirse
4.      Valorar o evaluar los efectos de las experiencias para ver hasta que punto han sido útiles en la promoción de los logros.

EVALUACIÓN Y MEDICIÓN: Medir es determinar con precisión ciertos aspectos del aprendizaje, se define como “Las graduaciones que adoptan las calificaciones” es decir funciona como una regla que mide un pedazo de madera. La medición es mensura objetiva y matemática del aprendizaje, y mide la cantidad de logros. Nuestros actuales exámenes siguen siendo medición.

Evaluar es determinar los cambios específicos y profundos en la personalidad y conducta del alumno, porque considera que el aprender es tarea de toda la personalidad y por lo que se define como “El proceso por el cual se trate de conocer las debilidades y fortalezas de los alumnos, para mejorar su aprendizaje, teniendo siempre como referencia objetivos y metas para alcanzar. La evaluación determina los logros cualitativos que se producen en el aprendiz y permite ver hasta que punto se están logrando los objetivos propuestos.

QUIENES EVALUAN.

Se autoevalúa el alumno, para valorar sus progresos y su papel en el grupo y determinar los progresos grupales. Esta evaluación la hace teniendo en cuenta sus capacidades, aciertos, debilidades, aprobándose o desaprobando sus logros y siempre con el deseo de satisfacer su necesidad de competencia. Esta evaluación que hace el alumno de sí mismo le va a permitir mejorar. Para evaluarse, los alumnos deben llevar un registro de sus progresos y de sus errores, conversar y cambiar ideas con el maestro.

Evalúa el maestro, para apreciar los logros que se están produciendo en el alumno en el proceso del aprendizaje, para determinar si se están cumpliendo los objetivos propuestos, para ello se vale de los registros acumulativos donde anota los progresos logrados, los registros de información, de salud, anecdóticos, de logros personales. En estos registros se debe diagnosticar y nunca juzgar destructivamente al alumno. Se vale también de la información de los padres, la que es verdaderamente valiosa, y puede completar las facetas de la personalidad y del carácter que el maestro conoce.

Se autoevalúa el maestro para determinar si está logrando los objetivos que se propuso en el planeamiento, para apreciar sus aciertos, sus debilidades, las amenazas a su quehacer diario y las oportunidades educativas de la comunidad. Deberá superarse en base a esta autoevaluación, el maestro será el conductor, guía y facilitador de sus alumnos y liberándose del peligro que encierra la rutina.

Un medio de evaluación para el maestro es el diario de clases donde anota las experiencias diarias que ha tenido en la dirección del aprendizaje de sus alumnos. El maestro también es evaluado por los propios alumnos quienes tienen hacia él actitudes positivas o negativas, por los padres de familia que le han confiado la responsabilidad de educar a sus hijos; por las autoridades educacionales que supervisan su labor para orientarlo y promoverlo a niveles superiores de acuerdo a la ley de la carrera docente.

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