jueves, 16 de septiembre de 2010

41.- LA MOTIVACIÓN EN EL APRENDIZAJE

La motivación es una de las condiciones fundamentales en el aprendizaje, porque los motivos son las fuerzas que inician, impulsan, dirigen y regulan las actividades del individuo y determinan la selección y confirmación de las respuestas que éste da a las situaciones. Se ha dicho de ella que es la puerta de entrada al aprendizaje y conviene que el maestro le otorgue la debida importancia.

Es conveniente precisar ciertos términos que se emplean para describirla como:

DISPOSICIÓN Y ACTITUD: Es el estado de preparación que permite un ajuste favorable a la actividad manteniendo su dirección. Cuando el aprendiz está en actitud de aprender se dice que tiene motivos para hacerlo.

MOTIVO: Es considerado como el estado orgánico que en circunstancias apropiadas inician y regulan la actividad en relación con una meta.

NECESIDAD: Es la carencia de algo útil que es deseado y cuyo logro se considera satisfactorio. Las necesidades fueron tratadas en un artículo anterior.

INCENTIVO: Es un factor del ambiente que estimula el motivo. El maestro no puede manejar los motivos, es decir no puede crear motivos para aprender, lo que si podrá hacer es estimularlos valiéndose de incentivos que despierten el interés del alumno.
Podemos definir al motivación desde un punto de vista psicológico diciendo que es “el conjunto de fuerzas que inicia, sostiene y dirige la conducta hacia una meta”.

Una motivación adecuada despierta el interés para aprender y hace que el alumno participe en el aprendizaje y logre un aprendizaje efectivo y permanente.

CLASES DE MOTIVACIÓN: La motivación puede ser intrínseca y extrínseca: la primera hace que el individuo aprenda algo incitado por la actividad que efectúa al aprender. Por ejemplo el niño aprende a nadar por el placer que logra con dicha actividad. El maestro puede lograr esta motivación despertando la expectativa del alumno para que trabaje y alcance una meta para él deseable, encontrando satisfacción en las actividades que realiza. Cuando el maestro plantea preguntas, presenta información y material interesante puede determinar este tipo de motivación.

La motivación extrínseca, se vale de un incentivo introducido en forma artificial. Por ejemplo si un alumno aprende a nadar por ganar un premio. La motivación extrínseca puede valerse de premios y castigos. En la motivación intrínseca el incentivo equivale a la meta; en la extrínseca se logra la meta para alcanzar el incentivo que está tras de ella.

Mucho se ha discutido sobre cuál de estas dos motivaciones es más efectiva para el aprendizaje, la complejidad de los motivos del ser humano a menudo hace que la relación entre la tarea y la meta sea extrínseca e intrínseca al mismo tiempo.

ESTÍMULOS PARA LA MOTIVACIÓN: Kingsley presenta 5 modos para estimular el deseo de aprender:

  1. Crear en el alumno los deseos de obtener los resultados del aprendizaje, haciendo que tenga una disposición favorable hacia la actividad. Hacer que el alumno esté en actitud de aprender, que quiera aprender.
  2. Estimular los motivos ya presentes en el alumno, muchas veces los niños pequeños son incapaces de valorar los resultados del aprendizaje porque necesitan metas inmediatas. El maestro reforzará el logro de metas con aprobación: Bien, excelente, tú puedes, te quiero, buen trabajo… etc.
  3. Provocar actitudes favorables estimulando en sus alumnos confianza propia, respeto mutuo, camaradería, evitando actitudes negativas como el miedo, la inseguridad, el fracaso, las rivalidades.
  4. Fomentar el desarrollo de ideales que constituyen fuerzas poderosas en la actividad del individuo, ideales tales como cortesía, laboriosidad, tolerancia, honradez.
  5. Asignar tareas y problemas apropiados, que correspondan con el nivel desarrollado por el alumno, con instrucciones claras y precisas, que permitan al alumno sentirse competente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario