INDUDABLEMENTE TIENE AUTOESTIMA
Es el autoconcepto o conjunto de creencias que cada persona tiene de sí misma. Esta opinión se forma en base a la opinión que tienen del niño, las personas que viven en su entorno. Si un niño se le percibe como lento, inadecuado, tímido, perezoso, terminará por creerse poseedor de estas limitaciones.
El valor que cada persona tiene por sí misma, está relacionado a la forma como el niño se ama y se acepta y le permite asumir una actitud positiva o negativa frente a la vida. Depende la autoestima del comportamiento en la familia, el centro educativo, el trabajo, el matrimonio, es decir la convivencia futura.
La autoestima influye también en la forma de enfrentar problemas existenciales y en las posibilidades de alcanzar el éxito. La autoestima se empieza a desarrollar, antes de nacimiento. Cuando un niño es deseado, planeado y esperado con amor se está sentando las bases para una autoestima positiva. En el momento de nacer si se siente cuidado y amado, satisfaciendo sus necesidades de alimentación, abrigo, amor y contacto físico a través de caricias, robustece su autoestima.
A la edad de 2 a 3 años, la autoestima se afirma a través del ejemplo, del estilo de vida de los padres. A partir de los 4 años el niño trata de lograr autonomía e incorporarse a un grupo de iguales para aprender a trabajar cooperativamente. Si el adulto lo ayuda para estos logros , su autoestima se habrá gratificado en forma muy saludable.
Los mensajes que deben recibirse en el hogar y en la pre escolaridad tienen que ser positivos para que en el futuro se logre poseer confianza en sí mismo, capacidad de decidir, reconocer errores, defender su punto de vista, asumir responsabilidades, manejar la agresividad y tener comportamientos creativos.
Cuando los mensajes son negativos se crean sentimientos de insatisfacción, inseguridad, pasividad, conflicto y rechazo.
Debe señalarse que tanto padres como hijos tienen necesidades, deberes y derechos. Esta comprensión favorece la disciplina y el establecimiento de límites, que no lesionan al niño si los mensajes y valoraciones son positivos.
A continuación se ejemplifica, algunos de los mensajes positivos y negativos:
MENSAJE POSITIVO: "Me apena que cuando te pido algo no me escuches" MENSAJE NEGATIVO: "Eres un desobediente. Ya no te quiero"
MENSAJE POSITIVO: "Te felicito, hoy hiciste muchas cosas buenas como..." MENSAJE NEGATIVO: "Mereces más postre porque te portaste bien" MENSAJE POSITIVO: "Esta parte del trabajo está bien, pintaste sin salirte de los bordes, procura hacer lo mismo en toda la figura. Yo sé que tú puedes." MENSAJE NEGATIVO: "Está mal. Te saliste de los bordes al pintar."
MENSAJE POSITIVO: "Revisa si estás bien sentado. La cabeza mirando al frente, la espalda derecha sin recostarse en la mesa. Eso es. Muy bien" MENSAJE NEGATIVO: "Nunca vas a aprender a sentarte" MENSAJE POSITIVO: "Siento mucho tu caída. Tú puedes cuidarte, ya eres grande. Ahora ayúdame a curarte. Muy bien. Eres valiente." MENSAJE NEGATIVO: "Valiente. Los niños no lloran. No seas mujercita"
MENSAJE POSITIVO: "No te levantes de la silla hasta terminar el trabajo" MENSAJE NEGATIVO: "Eres un tonto insoportable. No te levantes de la silla" MENSAJE POSITIVO: "Quisiera estar sola un momento porque me siento cansada. Quiero que me ayudes." MENSAJE NEGATIVO: "No me molestes. Estoy cansado." MENSAJE POSITIVO: "Por favor, come despacio y no hagas caer la comida en la mesa. Bien, ahora está mejor. Te felicito." MENSAJE NEGATIVO: "Comes como un salvaje"
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